Ya volé

Pues comencé el año précticamente volando, lo cual me emocionaba pero también me angustiaba, no por el hecho de volar, sino porque iba a la ciudad de México por primera vez y yo sola; pero como también lo esperaba al llegar la angustia paso rápido, me encontré con gente amable, agradable; un grupo bastante heterogéneo y adaptable.

En general la pasé muy bien, nos dimos tiempo de salir un poco, en mi caso conocer un poco la ciudad, recorrer calles, andar en el metro y subirnos a camiones bastante folkóricos jajaja

Uno de esos días me encontré trazando corazones en el mantel (sin tinta, sólo en lo imaginario)

Regresé a Monterrey y seguí viajando, distancias más cortas, pero fuera de casa a fin de cuentas; pero ahora me tocan unos días libres, hasta nuevo aviso!