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la lola

Taxi

Taxi Hoy fue un día largo, en la mañana recibí un regalo y algunas bromas que intentaban hacerme reír con la intención de borrar de mi rostro las huellas del llanto, no me percaté del grado en que se habían adherido a mi hasta que por la noche tomé el taxi hacia mi casa y el taxista me dijo que me veía cansada, en ese momento me di cuenta que lo estaba, aunque cuando lo abordé sentí que empezaba a descansar, no había notado cuan pesado había sido una vez más el poner en palabras cosas que me molestan, que me inquietan, que me desagradan.
Podrá sonar absurdo, pero me sentí bien contestándole al taxista, me hizo ver que aun me falta camino por recorrer y que debo darle una checada a mi taxímetro porque quizá el costo que me estoy imponiendo es un tanto elevado.

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