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la lola

Que pena!

Que pena! Hace tiempo, en un día de aquellos en que me siento triste, con ganas de hablar, llorar y demás busqué con quien hacerlo; llamé a una amiga para verla, pero no estaba, llamé a varias amigas y amigos, pero curiosamente nadie contesto de modo que seguía sola con mis ganas de hablar y llorar así que tomé la decisión que creí más conveniente, destapé una botella de tequila, me puse a tomar y me conecté a internet; entre al messenger y estaba un amigo con el que compartía mucho por ese medio, empecé a hablar pero se fue temprano dejándome sola y con mis ganas de hablar y llorar, seguí tomando tequila, llorando y hablando, pero nadie me escuchaba, yo quería alguien que lo hiciera, después de media botella tomé el teléfono y le marqué a una amiga de nuevo, la misma respuesta, varios beeps pero no mi amiga, y como de una u otra forma ya había empezado la conversación con mi amigo en el messenger, le marqué, no recuerdo muy bien cómo fue pero comencé a llorar, a llamarme estúpida por estar sufriendo por alguien que no valía la pena, a sentirme terriblemente ebria, él me decía que me tranquilizara, que respirara, me indicaba que me acostara, que descansara y después pensaría mejor las cosas, pero yo no podía hacerlo, no porque no quisiera, claro que no, seguía al punto de la letra cada indicación, pero al momento de poner mi cabeza en la almohada todo daba vueltas e inmediatamente me incorporaba.
Recuerdo que me hablaba tiernamente, inquieto por tranquilizarme, me llamaba amor y yo le decía "no me digas así, yo no soy tu amor" moviendo mi dedo en señal de negación, como si él pudiera verme!.
No sé ni cómo pero finalmente logro calmarme, colgamos y dormí. Al día siguiente la mayor cruda moral hasta ese momento al recordar cómo me había puesto, pero a la vez sentía mucho más cariño por él al haberme tratado de ese modo, así que me armé de valor y lo llamé para disculparme y darle las gracias a la vez.
Me contesta y le expongo mi disculpa, me explico que no tenía motivos para hacerlo puesto que no había hablado con él la noche anterior, había hablado con su hermano!!!
Me dio muchísima pena, pero sentí más cariño por su hermano, me encantaba la idea de que alguien que ni siquiera me conocía me hubiese estado calmando de tal forma.
Ojalá más hombres entendieran el poder de la contención!

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